Parece ser que los domingos van a convertirse en el día oficial para publicar recetas en mi blog, pero como no me gusta hacer planes ni tener las cosas demasiado programadas, lo dejaremos en parece ser. Tanto es así que para hoy tenía pensado publicar la receta de un smoothie, pero en el último momento he cambiado de opinión y es que hoy he cocinado un plato que estaba tan rico que no podía esperar a enseñároslo.
La receta es vegetariana, pero sacia una barbaridad, el mijo es un cereal sin gluten, lo que hace que esta receta pueda ser apta para celíacos, comparados con otros cereales no hace que suba la glucosa en sangre, ya que su absorción es lenta, por lo que es recomendable también para personas con diabetes y para controlar el peso. Contiene más proteínas que el arroz, pero también más grasa y para mí lo mejor, su digestión no es tan pesada como por ejemplo la del trigo. Dicho todo estos vamos a por la receta:
Ingredientes
Para las albóndigas:
-1 taza de mijo pelado
-2 rebanadas de pan de molde integral
-1 yema
-1 cucharada sopera de ajo, perejil y almendras picadas a partes iguales
-medio calabacín
-medio pimiento rojo grande o uno entero pequeño
-2 champiñones grandes o 4 pequeños
-leche desnatada (puedes sustituirla por leche de avena o almendra para veganos)
-un poco de harina integral (puedes sustituir esta harina por alguna sin gluten para celíacos)
-sal
-pimienta
-aceite de oliva
Para la salsa:
-2 zanahorias grandes o 4 pequeñas
-1 rodaja grande de calabaza
-2 cebollas medianas
-1 cubito concentrado de caldo de verduras
-pimentón «Tap de Cortí»
-jengibre
-cebollino
Preparación:
En primer lugar vamos a preparar la masa de las albóndigas. Pon una taza de mijo en una olla con dos tazas de agua y sal y remueve hasta que el agua se consuma, después echa el mijo en un cuenco para que se enfríe un poco. Mientras el mijo se enfría corta el calabacín, el champiñón y el pimiento a cuadraditos pequeños y sofríelos, mientras esto sucede pica en un mortero almendra, ajo y perejil a partes iguales y de esta mezcla añade una cucharada sopera colmada al sofrito. Pon las dos rebanadas de pan a remojo en la leche. Una vez esté hecho el sofrito añádelo junto al pan y la yema de huevo al cuenco con el mijo, salpimenta y mezcla.
En un wok sofríe la calabaza, la zanahoria y las cebollas (todo ello pelado y cortado en trozos medianos) hasta que se doren un poco, una vez estén dorados añade agua sin cubrir demasiado y el cubito de caldo de verduras. Esto tiene que hervir unos 30/40 minutos depende del fuego, guíate por la calabaza, estará listo cuando se deshaga, añade pimentón «Tap de Cortí» (este pimentón tiene un sabor único y será el protagonista del plato) y tritura en la batidora americana, tiene que quedar una consistencia un poco más espesa que un puré, el secreto para conseguir esta textura es reservar caldo e ir añadiendo hasta conseguirla.
Mientras se cocina la salsa del paso anterior puedes ir haciendo las albóndigas, a mí de mijo me resultan más ricas de tamaño grande, con esta mezcla te saldrán unas 12, coge la masa con una cuchara sopera colmada (esa sería la medida) y rebózalas en harina, después fríe en abundante aceite (o freidora) hasta que se doren, hazlas reposar sobre un papel absorbente para controlar el exceso de aceite y no perjudique al sabor final.
El mijo es un cereal, por lo que sería erróneo servirlo con arroz, este plato lo puedes comer como plato principal y tomar la salsa como un puré, esa es la idea o también como aperitivo, justo antes de servir decora con cebollino. Os dejo fotos con ambas sugerencias de presentación.
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