Por fin os traigo la base de pizza que os mostré en Instagram y lleváis tanto tiempo pidiéndome: la pizza saludable definitiva con base de zanahoria.

Hasta ahora, mi preferida, ya he publicado la pizza con base de coliflor y la pizza con base de centeno, pero la textura de esta ¡se sale!

Apenas lleva hidratos, se digiere muy bien y al llevar huevo, en la base ya tienes las proteínas y las vitaminas que necesitas, por lo que no hacen falta muchos toppings para tener un plato con todos los nutrientes que necesitas. Lo que más me gusta es que tiene una textura sólida, que permite incluso comer la pizza con las manos y es sin lugar a dudas, una forma de incluir zanahorias en la alimentación de los niños y no tan niños.

Ingredientes

(para una pizza mediana)

-1 taza de zanahoria cruda rallada o picada

-1 huevo

-3 cucharadas soperas de harina integral de avena 

-un poco de aceite de oliva o aceite de coco para untar la base

-especias: ajo en polvo, cebolla en polvo, albahaca

-sal rosa del Himalaya

-salsa de tomate casera (simplemente un tomate de pera triturado con un chorrito de aceite de oliva, sal, pimienta negra y un poco de ajo en polvo)

-5 láminas de calabacín

-5 champiñones laminados

-queso (mozzarella, sin lactosa, veggie, el que quieras)

-orégano

Preparación

Bate el huevo en un bol, añade el huevo y la harina poco a poco para que no forme grumos, añade las especias a tu gusto, ajo, cebolla y albahaca seca, así como un poquito de sal rosa del Himalaya.

*Si te gusta la textura esponjosa, puedes añadir un poco de levadura, media cucharadita, lo he probado de ambas formas, pero como me gustan las bases finas, prefiero no echarle.

Pon una hoja de papel de horno sobre una superficie plana, yo añado un poco de aceite de oliva en spray y pongo la mezcla encima. No va a quedar una mezcla tipo pizza, sino menos consistente, no te preocupes porque es así. Le darás la forma redonda con ayuda de una cuchara.

Mete en el horno caliente a 180 grados y hornea 10 minutos. Una vez pasados los 10 minutos, dale la vuelta y saca del horno. La parte que queda cruda tiene que quedar abajo y sobre la que está cocinada, añade la salsa de tomate, los calabacines, los champiñones y el queso, espolvorea con orégano y mete en el el horno 10 minutos más. En mi horno no hace falta añadir gratinador, pero gratina unos minutos si es necesario.

Y ya tienes tu pizza sin gluten y súper sana lista para disfrutar. Por supuesto, puedes añadirle los ingredientes que quieras, de forma puntual, me gusta con calabacín, queso azul y nueces, con atún, alcachofas y pimiento rojo… ¡queda bien con todo!

Si la pruebas, etiquétame en redes sociales.

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