Desde que tengo uso de razón -ya en casa de mis abuelos- Freixenet me ha acompañado en los mejores momentos, en las ocasiones especiales y en todos los festejos.

Cuando desde la marca me invitaron a probar su nueva gama de vinos, me puse contenta ¿Freixenet en mi día a día? eso significa ir con la sonrisa puesta porque sólo ver este nombre en una botella, me hace sonreír.

Vinos Freixenet “Selección Especial”

Son vinos afrutados, perfectos para acompañar pescados, ensaladas, pasta y quesos.

Yo nada más saber que venían para casa, tuve claro que iba a preparar esta coca de queso de cabra, cebolla caramelizada y moras, que la finca está llena y tengo que aprovecharlas.

Y como tras publicarla en redes, me habéis pedido la receta, aquí la tenéis.

Ingredientes para la masa:

-1 taza de agua tibia

-2 tazas de harina de centeno

-1 cucharada de AOVE

-1/2 cucharada de postre de levadura de panadería 

-una pizca de sal rosa del Himalaya

Ingredientes para el relleno:

-2 cebollas

-4 cucharadas soperas de vinagre de Modena

-1 cucharadita de postre de panela

-AOVE

-1 rulo de queso de cabra

-nueces

-moras (también queda genial con higos)

-miel

Preparación

En un bol, pon el agua tibia y la levadura, intenta deshacerla, añade la cucharada de AOVE y un poco de sal e inmediatamente, ves añadiendo la harina poco a poco. Cuando empiece a coger consistencia, tendrás que empezar a amasar con las manos. En principio, te bastarán dos tazas por cada taza de agua, pero la pasta estará lista cuando deje de pegarse en tus manos. Tapa con un trapo y deja reposar una hora.

Pasado este tiempo, habrá cogido algo de volumen, reparte la masa en tres. Yo la congelo y de este modo, ya la tengo preparada para otra ocasión, lo que da más pereza es hacer la pasta y así ahorras tiempo.

Mientras tanto, corta la cebolla lo más pequeña que puedas y sofríe en una sartén con un poco de AOVE, cuando empiece a dorarse, añade el vinagre y la panela y dejar que reduzca a fuego lento, reserva.

En una superficie plana, pon un papel vegetal y con ayuda de un rodillo esparce hasta conseguir una base muy fina. El secreto de esta base, está en lo fina que tiene que ser la pasta, para que quede crujiente y no aportar más hidratos de la cuenta. Enciende el horno para que se vaya calentando. Una vez tengas la base estirada, cubre con la cebolla y encima pon el queso de cabra, las nueces y las moras (con un poco de gracia)

Mete en el horno a temperatura baja durante unos 15 minutos (va a depender del horno) revisa y los últimos 5 minutos, pon también el gratinador.

Antes de que se enfríe, pinta con miel (o antes de servir)

Y ¡disfruta!

Si la pruebas ¿me etiquetas en RRSS?

#auroravegacook

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