Me declaro fan de las manicuras semipermanentes y si eres habitual por aquí, sabes que las mías siempre hacen chapa y pintura en Ana Veiga.
Entre visita y visita, hay unas semanas que mis uñas se quedan a mi cargo y así como con las manicuras semipermanentes me gustan que combinen con todo y no demasiado fantasía, las que me hago yo, como duran menos, las cargo de magia.
Tenía algunas fotos en Pinterest de manicuras en color rojo con detalles en glitter dorado. Así de primeras puede parecer un poco navideño, pero hay opciones que se pueden llevar siempre y que dan un toque muy chic a tus manos.
Y sí, las hay muy navideñas ¡y me encantan!
Si tu metal es el plata, la combinación queda igual de bien que con dorado.
Este es el resultado de mi manicura casera y podéis ver el vídeo en Instagram pinchando aquí, os animo a que la probéis en casa, también queda muy chula con base en color maquillaje.
Los productos que he utilizado son:
-Ablanda cutículas, porque no siempre tengo tiempo de poner «en remojo» las manos para ablandar las cutículas y retirar el sobrante, si lo haces en seco las puedes dañar. Para esos días con prisas uso Essence studio nails fast cuticle remover.
-Base protectora, es muy importante para que no se coloree la uñas, sobre todo cuando vayas a usar un esmalte en colores intensos, la que he usado es de KIKO make up Milano Smooth Base.
-Esmalte rojo de DARE. Esta firma de laca de uñas es bastante económica y siempre la compro en packs ya que hay ofertas muy interesantes y un amplio surtido de colores.
-Para dar el toque de glitter Essence glitter ON glitter OFF, me encanta este porque ya sabéis que el esmalte con glitter daña y hace rasguños en la uñas, además de que es muy difícil de quitar. Pues bien, este en concreto no necesita acetona ni producto específico, se retira estirando y sale entero como una capa, muy top.
-Top coat Essence Ultra Gloss, he usado varios de la marca, este me gusta bastante.
Si queréis más vídeos de este tipo, hacérmelo saber, si os sirven de ayuda, el trabajo que cuesta hacerlos ¡vale la pena!