Siento mi viaje a Italia como un sueño, fue todo tan rápido. Mucho trabajo, comer rico y dormir poco. Fueron cinco días muy intensos y me quedé con ganas de más. Después de la primera noche en el evento en la embajada de Roma, cogimos un tren para ir a Bari, una colorida ciudad al sur de Italia en la región de Plugia. El último día fue el único que realmente hice algo de turismo e hice visita exprés a este precioso lugar. Una luz preciosa, acantilados, espectaculares, calas de ensueño y un centro histórico bohemio y lleno de encanto. La próxima vez que viaje a Bari quiero alquilar un coche para recorrerlo a mi aire, todas las carreteras son tan bonitas.
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Polignano a Mare existe desde el Imperio Romano siendo una aldea de pescadores y de hecho, una de sus principales actividades sigue siendo la pesca, también la agricultura y pequeñas industrias alimentarias. Sin lugar a dudas el turismo es una de sus mayores fuentes de ingresos, en pleno octubre sus calles estaban llenas de turistas.
Polignano a Mare, el lugar que vio nacer a Domenico Modugno
Polignano a Mare, el lugar que vio nacer al cantante Domenico Modugno y sobre todo en la plaza que se lleva su nombre, su canción «Volare» ganadora de un Grammy en 1958, no para de sonar en todo tipo de voces y acentos. Es precisamente, una de las zonas más concurridas, al igual que su centro histórico. Junto a su estatua hay unos columpios en los que no dudé ni por un momento montarme ¡me encantan!
Os aseguro que a pesar de la cantidad de turistas, vale la pena perderse y dedicar tiempo a observar cada uno de los detalles de sus calles empedradas. El centro está lleno de frases preciosas, es realmente una pequeña obra de arte.
Lo mismo ocurre con la Vía Roma, la calle principal de Polignano a Mare, que tiene unos letreros con la letra de la canción «Volare» de Domenico Modugno.
Esta cala la había visto mil veces en fotos y no sabéis la ilusión que me hizo verla en directo, es realmente preciosa, Playa Lama Monachile. Imagino que en verano está llena de gente y sombrillas, de hecho fui en octubre y todavía había gente nadando.
Para disfrutar de las mejores vistas, lo podéis hacer desde estos miradores y zonas:
Belvedere su Lama Monachile o el Balcón de Santo Stefano, desde dónde veréis el puente y la playa.
Ponte Borbonico su Lama Monachile, desde donde podrás ver la playa desde la zona más alta.
Mirador en el acantilado Pendma Chiatt, me pareció un poco peligroso (sobre todo si van con niños o ancianos) pero vale la pena totalmente.
El café speciale de Il supermago del gelo bar gelateria el mejor café que he probado en mi vida. El original, el inimitable o eso te van a decir todas las personas de la zona. Un café que lleva alcohol y otros ingredientes secretos, con mucha espuma y un sabor único. No te puedes ir de Polignano a Mare sin probarlo.
Los panzerotti de La rotellina hay que probarlos sí o sí. Es una pizza frita que se rellena con diferentes sabores, dulces y salados y que es el tetempié perfecto para pedir para llevar y picar algo mientras paseas por la zona.
Los mejores restaurantes de Polignano a Mare
Estuve sólo de paso, pero eché un vistazo a TripAdvisor porque ya sabéis que cuando voy a un lugar me gusta comer rico.
Terrazze Monachile, es un restaurante con vistas a la playa, con buena atención al cliente y platos visualmente muy atractivos. Los precios no son económicos pero dicen que las vistas valen la pena.
Pescheria Da Pasqualino, si te gustan las ostras este es tu sitio, además de todo tipo de pescado y marisco fresco, No hay que olvidarse de que es un pueblo de pescadores y un excelente lugar para disfrutar de las delicias del mar.
Mint Cucina Fresca, un bonito restaurante con un pequeño menú y alimentos frescos en el que puedes comer por 40/50€
Malidea – Freschi e croccanti, muy cerca de la Plaza de Domenico Modugno y con precios asequibles que para la zona turística, es difícil encontrar. Pide sus Campari Spritz y sus pizzas. Bueno, bonito y barato.
Il Sagittario, dicen que en este restaurante se come la mejor pasta frutti di mare de la zona.
Jamantè | Experience Restaurant, aparece en la guía Michelín. Su decoración es increíble y su cocina también. Para hacerle un regalo a tu paladar. Te puedes imaginar, los precios no son asequibles pero la experiencia es para el recuerdo.
Si escapáis de las zonas más concurridas, hay menos gente y Polignano a Mare sigue siendo igual de bonito, así que os recomiendo perderos por la zona y no perder detalle de cada rincón, cada puerta, cada esquina, es pura magia.
¿Habéis estado en este lugar?
Yo quiero volver a Bari y recorrerlo en un descapotable y un pañuelo en la cabeza, ya lo estoy proyectando.