Ver el Castell de Bellver convertido en el escenario de un desfile de alta joyería de Louis Vuitton ha sido, como mallorquina y apasionada de la moda, algo muy especial. Aunque no he estado allí en persona, he seguido cada detalle con atención, y no quería dejar de compartirlo aquí, porque no todos los días una firma como Louis Vuitton escoge un lugar tan emblemático de la isla para presentar una de sus colecciones más exclusivas.
El Castell de Bellver no necesita demasiadas presentaciones: una fortaleza gótica del siglo XIV, con planta circular (única en su estilo en toda España), rodeada de bosque y con vistas al mar y a la ciudad que son simplemente espectaculares. Es un símbolo de Palma y uno de esos sitios que, por más veces que lo visites, siempre impresiona. Louis Vuitton lo ha sabido aprovechar como telón de fondo para algo tan sofisticado como su colección de alta joyería Awakened Hands, Awakened Minds.
Antes del desfile, la firma organizó varios eventos exclusivos para sus invitados más cercanos. Entre ellos, una cena privada que se celebró en un entorno igualmente espectacular, diseñada con la misma atención al detalle que caracteriza a la marca. Fue una ocasión perfecta para mostrar la hospitalidad mallorquina en clave de lujo discreto y para anticipar lo que sería una presentación inolvidable. Este tipo de experiencias completan el relato de marca y dejan claro que, más allá del producto, Louis Vuitton apuesta por crear momentos únicos.
La firma presentó más de 100 piezas, diseñadas por Francesca Amfitheatrof, directora artística de joyería y relojería. La colección celebra el talento artesanal, la innovación y la inspiración que surge de la naturaleza. Se vieron piezas con piedras excepcionales —diamantes, zafiros, esmeraldas—, con diseños escultóricos que reinterpretan el icónico Monogram de la Maison y formas que recuerdan a constelaciones, flores o arquitecturas imposibles. Todo con ese equilibrio perfecto entre la artesanía más clásica y la estética contemporánea que caracteriza a la marca.
Fotos: Louis Vuitton Instagram
En cuanto a los invitados, el nivel fue el esperado para una cita así: Cate Blanchett, Alicia Vikander, Phoebe Dynevor… todas embajadoras de Louis Vuitton, presentes en una velada que combinó lujo discreto, diseño y patrimonio cultural. La moda también tuvo su espacio, con looks cuidados hasta el último detalle, que acompañaban sin eclipsar las joyas.
Este tipo de eventos colocan a Mallorca en el mapa de la moda y el lujo internacional desde una perspectiva que me encanta: no por ostentación, sino por su belleza, historia y autenticidad. Como profesional del sector y como isleña, me hace especial ilusión que se apueste por escenarios como Bellver para mostrar al mundo lo que somos capaces de ofrecer.
Ojalá sea el primero de muchos.