El nombre de María Valverde está en boca de todos, gracias a la película “A tres metros sobre el cielo” dirigida por Fernando González Molina y protagonizada por el deseado Mario Casas junto a la joven actriz.

Lo cierto es que ha llovido mucho, desde que en el 2003 recibiera el galardón como actriz revelación por su papel en “La flaqueza de bolchevique” con sólo 14 añitos y donde dijo: “¡Si con ponerme este vestido y estos tacones iba servida!”

Teniendo en cuenta que era una adolescente, en esta ocasión supo estar a la altura con un mini vestido en color amarillo que dejaba al descubierto unas fantásticas piernas. En los años siguientes, aunque luciendo modelos de Josep Font, no estuvo tan acertada. Sobretodo en la elección de los zapatos y en el color de las medias… demasiado pastelazo para una niña tan dulce.

                                                  Premios Goya 2007                                                   

Aunque de un tiempo a esta parte y coincidiendo con el detalle de que ahora es imagen de Hoss Intropia (marca para la que ha protagonizado su campaña de publicidad Verano 2010) las cosas han cambiado, siendo un referente a lo que moda se refiere.

En las fotos, se gana a pulso su cartel de “lolita”

Y este es el resultado del cambio en la alfombra roja (o azules, que parece que ahora les ha dado por ahí):

 Estreno de “Los abrazos rotos” de Pedro Almodóvar

Con vestido en terciopelo azul de Hoss Intropia (2009)

Y el vestido con el que acudió a la premier de la película, de Cindy Figueroa, que me parece precioso (aunque con un complemento como Mario Casas, dime tú que vestido no resulta precioso)

Aunque no tenemos que olvidar que María es una chica joven y es dentro del estilo casual donde se siente más cómoda:

Tonos caquis en Cibeles

Out fit impecable en cibeles 2010, con chaqueta de pailletes

Con básicos, en la promoción de la dieta mediterránea

Me da la sensación que María Valverde a dado el paso de niña a mujer a pasos agigantados ¿no?, por lo menos a lo que estilo se refiere.

Dejando atrás el estilo de la actriz, os tengo que decir ayer fui a ver por fin, “A tres metros sobre el cielo”.

Cuando la estrenaron, mi hermana me sugirió leer el libro antes de ver la película y como ese libro me lo traían sus majestades los Reyes Magos, me tocó esperar un poquito.

Una vez lo tuve en las manos y me sumergí en la historia, tarde sólo unos pocos días en engullir sus páginas. De entrada, antes de ver la película y sólo con el libro, ya decidí arreglar mi moto y volver a usarla después de dos años en reposo.

Es cierto que los libros siempre son mejores que las películas. Pero la historia y los personajes son tal y como me los imaginaba. La fotografía de la película está muy cuidada y los detalles que tienes en papel los ves reflejados en pantalla. Grande Moccia.

3MSC ha despertado muchos recuerdos, he sido Babi, he tenido un “H” (unos cuantos) y he hecho locuras por él (ellos). Aunque en mi historia era yo la que conducía una jog con bifaro en color negra y lila con 65Metrakit, 21Delorto y escape Yasuni, dejándome ver por las carreras nocturnas de mi ciudad.

El cine español cuenta con una generación de actores muy capaz, esta vez, de hacernos volver a los 16 años. 

La historia de un joven tipo duro y una inocente chica pertenecientes a mundos opuestos que encuentran algo en común: el amor que les hace flotar a tres metros sobre el cielo.

 Todos hemos perdido a un amigo joven, demasiado joven en el asfalto. Todos hemos visto el peligro y aún así lo hemos querido tocar con las puntas de los dedos. Acaso… ¿nunca te has colado en una casa abandonada?. Todos hemos tenido una primera vez (unos pocos, tan perfecta como la de Babi). ¿Me vas a decir que nunca te has saltado una clase?…

Entiendo que ver la película y reconocer que hemos sido así de pardales, puede hacer subir los colores a cualquiera, pero quien no ha pasado por esto, no es humano. 

De la película sólo me ha chocado el bofetón que le pega “H” a Babi (en el libro no sale) cuando esta le echa la culpa de la muerte de Pollo mientras participaba en una carrera de motos, pero en esa situación ¿quién no hubiese reaccionado así?, yo no ví a “H” apuntar con una pistola a su amigo para que subiese a la moto.

Como la vida misma, cada uno, decide por sí mismo. Pobre Babi, que al final de verdad, acabará como su madre, con la vida que ella quiere para ella, olvidándose de lo que verdad quiere. A las mujeres nos gusta que nos sorprendan y eso, es más fácil con los chicos malos.

Ya he visto un par de puentes con la misma frase “Tú y Yo a tres metros sobre el cielo” e imagino que como en Italia cuando salga la segunda parte (que dependiendo del éxito de esta se plantearían la segunda, entonces… hecho!) los puentes españoles van a peligrar, tal y como lo hizo el puente Milvio (Italia), que apunto estuvo de ceder por el peso de los candados de los enamorados que quisieron imitar un capítulo de “Tengo ganas de tí”, demostrando así su amor.

En resumen, no entiendo a quien no le ha gustado la película… me quedo con una frase de “H” (Step en el libro) que no aparece en ella:

“A veces el miedo es algo realmente terrible. Te impide disfrutar de los mejores momentos. Si no sabes vencerlo, es como una especie de maldición”