En los últimos viajes que he hecho me he dado cuenta de que no sólo vivo en Mallorca, yo misma soy isla. Soy cielo azul, soy olor a mar, soy pequeñas cosas de sitios pequeños, de paso tranquilo y cabeza a 100 por hora. Que digo isla, yo soy muy isla, soy puesta de sol reflejándose en el Mediterráneo, soy olor a chimenea en los meses fríos, de ese que aunque te abrigues, se te cala en los huesos. Soy muy mía y soy isla allá donde vaya. Pero soy de esas islas que absorben algo de cada barco que pasa y Madrid siempre ha sido un barco que logra desencontrarme, sí, sí, así, con el des por delante… La capital no tiene nada en especial, a Madrid le faltan muchas cosas para una isla como yo. Pero Madrid tiene la gente por las calles, el contraste, la variedad, Madrid tiene la oportunidad, los momentos inesperados, te roba besos en un portal con un ascensor vintage. Tiene un ritmo de 24 horas, tiene la inspiración y su particular encanto. Tiene algo que no es para tanto, pero que siempre te hace volver. Madrid tiene la intención y me la he traído a casa sin su permiso. De cada día tengo más claro que aquí está mi sitio y que de vez en cuando hay que salir de la isla para no olvidarme de lo afortunada que soy.

35 horas en Madrid dan para mucho…

Mi romance con la capital estaba en decadencia y en esta visita he puesto mucho de mi parte para reconciliarnos. Ha sido breve pero intenso.

Visita fugaz a Casa Vogue.

Por fin MBFW Madrid. Podéis ver ya el primer artículo sobre la última Fashion Week aquí, pronto publicaré más.


Taché de mi lista foodie Madrid Rosi La Loca (menudo sitio tan increíble) no pude comer porque era imposible conseguir una mesa, pero sí probé sus limonadas y me empapé en su alocado y original ambiente.


Caté la ensaladilla más buena de Madrid en Restaurante Jiménez, 22 un local que os recomiendo porque trabaja con materia prima de calidad. Por supuesto quedé con amigos (siempre)

Después de meses sin ver a mi mami, por fin tocó tiempo con ella ♥️ Desde principios de año y toda una vida en Mallorca, se ha mudado a la capital y es un motivo más para visitar Madrid más a menudo.


Sin lugar a dudas, tuve la suerte de comer una de más mejores tortillas de Madrid en Restaurante Carbón Negro de la calle Juan Bravo, la carne aquí es un espectáculo.

Para mis escapadas siempre guardo las mini-tallas que me mandan, así que fue la ocasión perfecta para usar de nuevo la línea Restore de Living Proof, magia para el pelo después del verano, recomendación de mi amigo Sergio Quesada.

Cuando viajo sigo mis rutinas faciales, saltárselas es lo que hace que durante el viaje las cosas cambien: imperfecciones en la piel por no cuidarla, líneas de expresión más marcadas… En este viaje me ha acompañado Shiseido me ha acompañado con tres de sus productos estrella. El Deep Cleasing Foam ya lo conocía y es perfecto para días intensos de mascarilla porque limpia en profundidad. El concentrado activador Ultimune Shiseido (un sérum que la deja la piel increíble) y Benefiance Shiseido (una crema antiedad con una textura que me ha encantado) no, así que gracias Perfumes Club por habérmelas descubierto ♥️ han sido los responsables de que el maquillaje me durará toda la jornada de fashion week perfecto. Porque sí amigas, preparar la piel antes de maquillarse con buenos productos, es la clave de un maquillaje perfecto.

Me han llegado otros productos de #PerfumesClub con los que pienso activar de nuevo mis recomendaciones en maquillaje que en los últimos tiempos lo tenía algo olvidadoMadrid siempre sorprende. Me ha encantado ver la capital tan llena de vida, volveré muy pronto a empaparme de su Magia…