Después de un intenso año de trabajo, me he tomado las primeras semanas del 2017 de una especie de vacaciones, lo que significa servicios mínimos durante estos días: ni estudios de armario, ni reuniones, ni horarios…
Algo que me hacía mucha falta para coger fuerza y arrancar con muchas cosas, vamos, que en los próximos meses no me voy a aburrir. La verdad que no he hecho mucha cosa en especial, descansar, levantarme sin despertador, quedar con la familia y con amigos que hacía tiempo que no veía y disfrutar de Mallorca como una turista, que eso siempre es algo magnífico.
Ayer tocó visitar uno de mis pueblos favoritos, Valldemossa, me gusta en especial porque conserva sus costumbres y su estética rústica, pero por otra parte, también puedes encontrar cafeterías y restaurantes que no le tienen que envidiar nada a los de Palma. No me importaría vivir en él y esta frase la llevo repitiendo algunos días, a ver si logro sacármela de la cabeza, ahí lo dejo.
Valldemossa is a beautiful village in Mallorca. You can see the Tramuntana mountains, walk along for his streets, enjoy the typical food in a lot restaurants and visit La Cartuja and others amazings places.
En plena Serra de Tramuntana, me tiene enamorada su aire bohemio, sus calles y su vida, porque lejos de ser un pueblo-dormitorio, en Valldemossa hay mucho movimiento. En otros tiempos, los huertos de Valldemossa abastecían a la capital y de aquella época, permanecen en sus tierras fértiles, numerosos tipos de árboles frutales, algarrobos y almendros. Cuenta con puerto propio, Port de Valldemossa, para los lugareños, «Sa Marina» -con calita incluida, una vez más, no me importaría vivir aquí- además de tener muy cerca dos de mis calas favoritas: Cala Deià y Llucalcari. Puedes llegar a Valldemossa en varios buses del TIB, como el 210 con salida en Plaza España (Palma) o en coche, en ese caso cuentas con dos aparcamientos regulados con zona azul que te permite dejar el coche pagando por horas, incluso el día completo por 5€ que no está nada mal. En el centro, no está permitido circular.
Una vez allí, además de disfrutar de sus preciosas calles y su encanto, puedes visitar La Cartuja –pincha para comprar tickets online- un palacio construido en el siglo XIV donde llegó a vivir el músico Chopin, de hecho, en algunas ocasiones hacen conciertos privados. Los preciosos jardines del mismo puedes visitarlos de forma gratuita.
Muy cerca, un paseo por la Parroquia de Sant Bartomeu, que ahora estaba vacía pero se llena de terrazas y gente en verano. Y también por la zona, el mirador Miranda dels Lledoners, desde donde puedes ver prácticamente todo el pueblo, sus montañas y sus huertos.
Respecto a hostelería, hay mucha variedad, muchos de los comercios enfocados al turista pero también otros que bien vale la pena visitar porque son magníficos. La típica coca de patata, siempre las compro en las pastelerías «Sa Cartuixa» o en «C’an Molinas» donde tienen un patio exterior con mucho rollo y una leche de almendra -bebida típica de Valldemossa- que está deliciosa. Mi restaurante preferido es Aromas de Valldemossa, te olvidas que estás en un restaurante frente a su chimenea y también cuenta con patio exterior, además, la comida está bien rica, muy recomendado. Y para tomar un té o picar a cualquier hora, Cappuccino sin dudarlo, de la cadena, este local en concreto, es de mis favoritos.
Si quieres un día más completo, tienes un montón de excursiones, desde El Molinet de La Beata que sólo dura 30 minutos, hasta S’Estaca donde tiene su mansión el actor Michael Douglas. En la oficina de información turística de Valldemossa os podrán informar de todas las disponibles que no son pocas.
Para la ocasión, me abrigué muchísimo, en estos días en Mallorca el frío está apretando y ya os digo yo que es mejor salir a la calle que quedarse en casa…
abrigo/coat, jeans: Bershka
camisa/shirt: Mango
gargantilla/choker: Aurora Vega SHOWROOM
mochila/rucksack: Stradivarius
chaqueta punto/cardigan, sombrero/hat: PRIMARK
botines/boots: HEYMO
Photos by Aurora Vega