Por lo menos, en la mayoría de los casos…
Hace algunos meses empecé a trabajar con un entrenador personal. Creo que es algo que vale la pena 100% porque en sólo un mes noté mejores resultados que en toda mi vida.
No os voy a dar consejos sobre este tema porque me considero una novata todavía y sobre todo, tal y como dice mi entrenador, cada persona es un mundo. Lo que puede ser bueno para mí, puede no serlo tanto para tí. Simplemente os aconsejo que si tenéis la oportunidad, os dejéis guiar por una persona que sabe lo que hace con tu cuerpo. Yo, por mi parte, me doy cuenta que entrenaba de una forma totalmente equivocada, sufro de dolores de espalda y lo único que conseguía era empeorar el problema.
En este tiempo, he aprendido que entrenar bien tres veces a la semana es mucho mejor que entrenar mal todos los días, que es importantísimo estirar como toca, lo bien que sienta hacer deporte y que sentirse bien, engancha… y mucho.
Aparte de enseñarme a entrenar, me ha enseñado a alimentarme bien, que aunque él me asegura que el 50% del éxito se debe a ello, en mi caso creo que el porcentaje es mucho más alto…
Lo primero que hice fue hacerme el TEST de INTOLERANCIA ALIMENTARIA, que me ha ayudado muchísimo y es que muchas veces los malestares físicos que tenemos:
dolor de cabeza, problemas gástricos, vértigo, artritis, asma, hinchazón, acné, insomnio…etc
son debidos a a la ingesta de ciertos alimentos.
En mi caso, me han solucionado un problema de insomnio y problemas gástricos. A cambio de mi bienestar, he tenido que suprimir mis hidratos de carbono habituales (pan, pasta… etc) y sustituirlos por otros (frutos secos, verduras ricas en hidratos… etc), y he tenido que empezar a tomar leche sin lactosa, entre muchos otros alimentos que tengo que tomar con moderación.
El precio, un poco elevado, unos 250 euros, pero teniendo en cuenta que ese es el precio de mi bienestar, me parece baratísimo…
Las dos primeras semanas son muy duras, pero una vez pasado este período, cuando empiezas a sentirte ligero (en realidad empiezas a sentirte bien), te levantas silBando y tienes una vitalidad y ganas de hacer cosas fuera de lo normal, simplemente te das cuenta de que vale la pena…
Y lo mejor de todo, que comiendo lo que me sienta bien, sin quedarme con hambre (puedo comer las cantidades que quiera) y con un pequeño esfuerzo he logrado bajar cuatro kilos y perder muchísimo volumen.
Esto no quiere decir que nunca más en la vida como pasta, que da la casualidad que es una de mis comidas favoritas, sino que lo hago ocasionalmente. Aunque os digo la verdad, que ahora que me doy cuenta de los efectos negativos que tiene el trigo en mí, aunque pueda darme mis caprichos durante la semana, hay veces que opto por no dármelos y sentirme flex!
Todo este rollo que os acabo de soltar, no significa decir que no disfrute comiendo. Reducir el consumo de hidratos de carbono de este tipo, según mi entrenador, es beneficioso para casi todos los metabolismos, lo que nunca hay que hacer es reducir la ingesta de proteínas y verduras. Os dejo algunos de los platos que me están ayudando a conseguir mis objetivos:
ENSALADA TIBIA DE TERNERA
Me encantan este tipo de ensaladas para invierno, rehogo ternera, pimiento y ajo en un wok (se necesita sólo una gota de aceite) y luego le añado lechuga y manzana.
He descubierto esta vinagreta para las ensaladas que tiene muy pocas calorías y grasa. Cenar ensalada según como se aliñe, es muy peligroso: con una sola cucharada de aceite de oliva deja de ser una comida «ligera»
Otro aliño ligero que utilizo y que está de muerte con las ensaladas de salmón y pollo es:
1/2 yogur desnatado, miel y mostaza… mmm buenísimo!
VERDURAS RELLENAS
En este caso berenjenas rellenas de carne. Las cocinas diez minutos en el microondas tapadas con film transparente. Rehogas la carne picada (en mi caso pechuga de pollo que me la pican en la carnicería, así evito las grasas, que suelen ser habituales en las carnes picadas que venden empaquetadas) con cebolla, champiñones y la carne de las berenjenas (dejas el cuenco para rellenar luego con esta mezcla)
Esta es la versión light. Puedes ligarlas con un bechamel muy muy ligera con leche desnatada y un poco de maizena. Para darles el toque, servirlas con tomate frito. El que venden hecho, aunque parezca lo contrario, sólo tiene 26 calorías por cucharada sopera, si lo haces casero, mucho ojito, con el aceite que se suele emplear, puede ser 100 calorías por cucharada…
Prueba la misma versión cambiando la berenjena por calabacín y el pollo por atún.
POLLO con SETAS SALTEADAS
súper fácil y sin secretos, pechuga de pollo a la plancha con salteado de setas con ajito y perejil…
SALMÓN con crema de ESPINACAS
suele ocupar mi mesa en las cenas, una pareja perfecta.
CALAMAR con JUDÍAS VERDES y PATATA
No suelo comer mucha patata, pero a veces el cuerpo te pide energía extra y antes de caer pecando en un dulce después de comer, prefiero pecar con ellas. Las patatas las hago al microondas, 12 minutos tapadas con film transparente y espolvoreadas con pimentón dulce.
SEPIA con TRAMPÓ
Otra forma de acompañar este manjar, con un trampó de tomate, cebolla pepino y pimiento. La sepia la cocino al horno con pimentón dulce, me ahorro el aceite y los malos olores en la cocina.
TRAMPÓ con LANGOSTINOS
Receta de mi amiga Mónica! a la que le he robado la foto 😉
A pesar de que comer sano como veis, también puede ser delicioso, hay momentos en los que me vienen a la cabeza manjares que no son tan sanos.
Mi entrenador siempre me ayuda a comer platos que maten el gusanillo.
Por ejemplo, me apetece pizza…
MINI PIZZAS de CALABACÍN
Cortas el calabacín a láminas, lo asas en la plancha y luego tratas al calabacín como si fuera una base de pizza. Utilizo queso batido 0% graso de Mercadona, al gratinarlo la textura queda como mozzarella, me las suelo hacer de atún.
Me encanta la comida mexicana, sobretodo las fajitas. Así que en vez de comerlas con la torta de trigo, a veces las cambio por hojas de lechuga iceberg y otras me hago un wok con los ingredientes y le echo guacamole casero y sésamo por encima:
Otra de las cosas que me apetece muchísimo es strogonoff de pollo. No llega a ser una comida ligera del todo, pero me lo hago sustituyendo la nata por leche de coco y en esta foto, lo acompañé con patata al micro, pero casi siempre lo acompaño con una brocheta de piña a la plancha:
La textura es muy parecida a la del azúcar y me encanta sobretodo para endulzar mis fresas con yogur de soja (soy adicta…)
También como muchísimos revueltos de claras de huevo con gambas y ajos tiernos, con espárragos, verduritas y muchas parriladas de verdura, ambas cosas, sobretodo por la noche.
Además: beber mínimo dos litros de agua al día, intentar comer fruta en vez de zumo (así no rompemos la fibra), cocinar al vapor mejor que hervir (así las vitaminas de las verduras no se pierden), reducir al mínimo la ingesta de sal y apostar por las especias (orégano, pimentón, finas hierbas, pimienta, cayena), prohibidas las bebidas gaseosas, comer cada tres horas…
En conclusión, llevando una dieta saludable y entrenando bien, mi cuerpo se ha encargado de hacer el resto y poco a poco está eliminando todo lo que sobra :))
Y mi piel está mejorando y mi melena no para de crecer, mi pelo está más fuerte que nunca.
Estoy preparando un post con mi nuevo entrenador, donde os podrá explicar en persona las ventajas de tener a alguien que se preocupe por el bienestar de tu cuerpo.
Y vosotras…
¿Os habéis hecho el test de intolerancia alimentaria?
¿Sabéis de algún alimento que os siente mal?