Puede sonarte raro que una mallorquina te diga que la mejor época de Mallorca empieza ahora, a ti que pensabas que la mejor estación para visitarnos era el verano. Te equivocas, la isla se pone bonita en otoño, se despeja y respira hondo, tanto que hasta se le caen las hojas.
El centro de Palma es un regalo para los sentidos al llegar septiembre y puedes sentirte muy afortunado si tienes la suerte de estar para vivirlo.
PURO hotel oasis urbano, un lugar donde disfrutar del centro de Palma
PURO hotel oasis urbano es de esos lugares que con su nombre ya se presentan solos, sin dobleces y sin mentir. Un verdadero oasis en el centro de Palma. Estuve alojada por mi cumpleaños, unos días de desconexión en los que a pesar de no haber parado ni un momento descansé muchísimo.
En PURO hotel se respira lujo, pero del que te hace sentir cómodo, sin pretensiones. La atención al cliente es desde que llegas de 11 y no lo digo porque me recibieran con una copa de cava.
Mi habitación era de las más sencillas pero no le faltaba detalle. Apuestan por productos locales en su mueble bar y me hizo muy feliz encontrar chocolates Maüa (están riquísimos)
La entrada a la habitación es a partir de las 14 horas y yo llegué algo más tarde. Organicé la maleta para una noche aunque su tamaño hablase de que era para una semana. Subí a la azotea a darme un baño, tomar un cóctel y os diría que a sentirme como una turista pero no fue así, me sentí turista desde que entré en el hotel, como si tuviese la suerte de estar lejos de casa. Bajé a la habitación y como tenía tiempo abrí una botella y me di un baño. Cava y espuma, menuda combinación.
Beatnik Palma, el restaurante de PURO hotel
Esa noche tenía mesa en Beatnik Palma y lo esperaba con ganas ya que lo tenía en wish list hace mucho tiempo. En este restaurante siempre hay buen ambiente y gente muy interesante. Esa noche no fue menos. Resumiendo la experiencia os cuento que su vino blanco de la casa es un vinazo y que el ceviche de langostinos y salmón marinado y el rissotto hay que probarlo sí o sí. Me queda en lista de deseos probar sus tacos y las pizzas. Por una noche el cuerpo (y la mente) me pedían subir a la habitación. Quería disfrutar de dormir en esa cama con tan buena pinta, levantarme pronto para desayunar y despedirme del hotel con una sesión de spa.
PURO hotel y todos sus atractivos extras
Lo de oasis urbano imagino que es porque una vez dentro del hotel te olvidas de que estás en el centro de la ciudad. Me desperté nueva, la pinta de la cama no mentía y a pesar de ser un hotel ubicado en pleno centro, pude dormir sin sobresaltos.
El desayuno del hotel es digno de una reina. Parte de él a la carta y otra parte en formato buffet. Muy completo, variado y saludable y rico a partes iguales si te lo propones.
Desayuné con calma pero recogí la maleta con prisas, bajé en albornoz y crucé la calle para ir al spa, que está en el edificio de enfrente. Que sepáis que el spa se reserva de forma privada, me encanta la intimidad que ofrece este hotel.
Os podéis imaginar lo que os voy, muero por volver.