Los higos son una fruta cargada de nutrientes y beneficios para la salud, no hay que abusar pero en temporada, tampoco hay que perdérselos. Tienen un alto contenido de polifenoles, hierro, potasio, calcio, vitamina C y proteínas. En casa tengo varias higueras y no doy a basto para comerlos frescos (me encantan en ensaladas con queso feta) así que la mermelada es una opción perfecta para disfrutarlos todo el año.
Ingredientes
-1 kilo de higos
-medio limón (la corteza)
-1/2 canela en rama
-3 cucharadas de azúcar panela (opcional)
Preparación
Lava los higos y córtalos en octavos, añade a una olla y cubre con agua, junto a la corteza de limón y la canela. Lleva a ebullición y ves removiendo, una vez empiece a hervir, unos 30/40 minutos.
Retira del fuego y quita la ralladura de limón y la canela. En principio el agua se habrá consumido a la mitad, si ves que hay mucha retira un poco y reserva por si más tarde te hace falta. Tritura en la misma olla hasta conseguir la textura que te guste, a mí me gusta que no se noten los trozos, así también la puedo usar a modo sirope para endulzar bizcochos. Añade la panela (aunque sin ella también sale dulce)
Retira del fuego y sin dejar que se caliente, llena los tarros (te dará más o menos para tres o cuatro pequeños) y tapa con cuidado. Dale la vuelta y déjalo así hasta que se enfríen. Te durarán 15/20 días sin problema. Si metes los botes en una cazuela con agua, cubiertos y llevas a ebullición durante 20 minutos -como lo hacían las abuelas- dura hasta un año y en la nevera, hasta un mes. Yo pongo un trapo en el bajo de la olla para que los botes no choquen ¡ciérralos bien!
Esta mermelada es perfecta para acompañar tostadas con queso para untar y e realidad se lleva genial con cualquier queso, a mí me gustan los crêpes con queso de cabra, rúcula y mermelada de higos.
