El fin de semana pasado, como os comenté en entradas anteriores, me tomé unos días de vacaciones para escaparme a Madrid. La capital es fuente de inspiración para mí, ya lo sabéis… y cada vez que le hago una visita, me regala el descubrimiento de nuevos lugares e incluso de los que ya conozco, me enseñan una cara diferente cada vez.
Uno de los primeros sitios que os aconsejo, es la cadena de restaurantes LATERAL. Los puedes encontrar en la plaza Santa Ana, calle Velázquez y calle Fuencarral. Aunque su carta de vinos no es muy extensa, sus tapas son deliciosas. Os aconsejo su tortilla de patatas, medio crudita como la hacía mi abuela, se sale.
Sus croquetas de jamón serrano y boletus, así como sus mini hamburguesas. Me sorprendió bastante la cola (de horas!!) que había para cenar, la terraza abarrotadísima y eso teniendo en cuenta que es una terraza con vistas a la calle Fuencarral ¿¿?? que sería algo así como que en Mallorca se pusiera de moda una terraza en plena calle Sindicato. El precio medio es de 15-20 euros/persona. El sábado comenzamos aquí la noche reponiendo fuerzas, para luego desplazarnos a LA PRUDENCIA (calle Espíritu Santo), un after work que presume de preparar los mejores gin tonics del barrio de Malasaña y del que me fascinó su decoración y su ambiente. Como buenos amantes de la música electrónica que somos, acabamos la noche en MONDO (Arlaban 7), donde no había estado nunca y que me gustó bastante, bailando hasta altas horas de la madrugada.
En LA PRUDENCIA con Patricia
Otros de los sitios que he descubierto, ha sido el MERCADO de SAN MIGUEL (Plaza Mayor). En mi anterior visita a Madrid, estuve cenando en la terraza del mercado de San Antón, pero la verdad que ni punto de comparación, por lo menos en ambiente. Sólo la idea de comprar productos frescos y poder consumirlos al momento, me parece fabulosa y teniendo en cuenta que esto ocurre de forma continua de 10 de la mañana a 12 de la noche, dos de la mañana los fines de semana, mejor todavía. En este espacio, las pescaderías te venden brochetas de rape y gambas que te cocinan delante de tus ojos, las queserías te sirven tablas de excelentes quesos para comer sobre la vitrina, acompañadas por una copa de vino que sirven en casi todos los puestos. Encurtidos, salazones, carnes, aquí todo lo puedes comer al instante o para llevar. La fruta, te la preparan en zumo o te la llevas puesta, como postre puedes elegir entre cientos de dulces, entre ellos macarons de todos los sabores (los probé y estaban deliciosos, Horno de San Onofre). En fin, un mercado gastronómico donde además, puedes tener la suerte de presenciar la actuación de un tablao flamenco en directo que hace que todo sea mucho más auténtico… no me extraña que los extranjeros se vaya gritando olé por España! jajaja
Macarons del horno de San Onofre, mercado de San Miguel
Y mi último descubrimiento fue OLÉ LOLA, como bien anuncian en su web, sin mentir en absoluto, están en el centro del meollo entre Chueca y Malasaña. Mi amigo Nacho Almagro pone sus discos aquí los fines de semana y tan bien me había hablado de este lugar, que no podía quedarme sin visitarlo.
Una decoración 100% española, con camas chill out para disfrutar tranquilamente de sus famosos cocktails y bebidas Premium y por si fuera poco, tiene una carta de escándalo. Os aconsejo su pez mantequilla, sus huevos rotos con foei y las croquetas de la abuela de Lola, si vais, ya os daréis cuenta que hasta la carta tiene mucho arte. El precio medio es de 20 euros más o menos.
Esta vez, no he hecho muchas fotos, estaba tan ocupada en pasarlo bien que apenas he sacado la cámara, tampoco demasiado shopping, pero sí excelentes momentos entre buenos amigos, al fin y al cabo, es lo más importante en unas vacaciones por muy minis que sean ¿verdad?
¿me recomendáis algún otro sitio en Madrid para mis próximas visitas?
¿habéis estado en alguno de los que he citado?