Desde hace tiempo, descarté los embutidos y el queso de mi dieta habitual. Me encantan, no os lo voy a negar, pero los dejo para ocasiones especiales y siempre de buena calidad.

El problema no es el embutido en sí, es el consumo excesivo, casi diario de este alimento, que no deja de ser carne procesada, que contienen muchas grasas saturadas no saludables, un exceso de sodio y aditivos. Lo siento, pero comerlo habitualmente no es sano, por muy rico que esté. Si a esto le añades que has quitado la carne de tu dieta, decirte que el embutido vegano que venden empaquetado, es igual de poco saludable que el de carne, contiene aditivos y son productos muy procesados.

Con el queso, viene a pasar lo mismo, en mi caso, soy intolerante a la lactosa y hay pocos quesos que me sienten bien, el problema está en el abuso. Siempre digo que tenemos que escuchar lo que nos dice el cuerpo cuando comemos ciertos alimentos, a mí mi cuerpo sabe decirme muy bien lo que le sienta mal y he aprendido a escucharlo para alimentarme correctamente. Los lácteos en general, no me sientan bien. El queso tiene un alto valor en calorías y grasa, sólo por ello, deberíamos controlar su consumo, también incrementa los niveles de colesterol. Y por último, es alto en sodio, puede provocarte deshidratación (por eso tienes más des después de comer queso) y muy a tener en cuenta, hace que retengas más líquidos, por lo que si sufres de este problema, aparta el queso de tu dieta.

En mi caso, lo tomo una vez por semana, porque es un alimento que me gusta muchísimo y si hago algún plato extra que lleve queso, apuesto por quesos veganos o levadura nutricional.

Ahora que ya sabéis porqué aconsejo reducir el consumo de embutidos y quesos, os cuento que en mi nevera, siempre hay hummus, que utilizo tanto con crudités, tostadas o como acompañamiento en platos principales.

Uno de los últimos que he hecho, es este Hummus de remolacha, con base de garbanzos. La remolacha es uno de los alimentos anti cancerígenos por excelencia,  con una gran riqueza en flavonoides, inhibe y previene los tumores. Deberías incluirla en tu dieta de forma habitual, además de por ser rica en hierro, antioxidantes y vitaminas.

Ingredientes

-400 gramos de garbanzos cocidos (guarda unos cuantos para decorar)

-150 gramos de remolacha cocida (guarda un poco para decorar)

-zumo de una lima

-una cucharada de postre de tahini

-una cucharada sopera de AOVE

-una cucharadita tamaño café de comino

-1/2 cucharadita de albahaca seca

-un diente de ajo

-sal rosa del Himalaya

Preparación

Poner todos los ingredientes en la procesadora de alimentos y picar hasta conseguir una pasta homogénea.

Decora con los garbanzos y remolacha que has guardado y un poco de albahaca. Puedes echarle un chorro de AOVE más si quieres antes de servir, en mi caso prefiero no abusar del aceite.

En esta ocasión, lo hice como plato principal, acompañado de calabacín y patata asada, la mezcla está buenísima.

Lo que quedó en la nevera, lo tomé para merendar con rodajas de calabacín crudo a modo de tostada.

¡Disfruta!

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