Si hubo un desfile que hizo vibrar a todo el público en esta edición de MBFW Madrid, fue el de Andrés Sardá y es que era el primero desde que el diseñador falleció en septiembre. Nuria Sardá, su hija, hace tiempo que tomó las riendas de la firma y este desfile tenía que ser un gran homenaje.
El desfile daba comienzo con un minuto de silencio para dar paso a una colección que volvía a sus orígenes, un homenaje a sus colecciones más exitosas de la mano de sus musas de toda la vida, Martina Klein, Vanesa Lorenzo, Verónica Blume y Judit Mascó.
Su éxito dio el pistoletazo de salida gracias a la mantilla de la firma que Jackie Kennedy llevó en su visita al Vaticano a 1960.
De su época de los 80/90 rescatan combinaciones de encaje con materiales más agresivos como el charol o el poliuretano o clásicos como la raya diplomática.
En los 80, triunfaban sus sugerentes bodies que dejaban muy poco a la imaginación y vuelven a aparecer en pasarela.
Una colección increíble que representa la esencia de la firma y un bonito homenaje a su fundador Andrés Sardá, que fue pionero en posicionar la ropa interior como moda y le estamos inmensamente agradecidos.
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