Si pudiera elegir un poder, sería poder volver a un punto, retroceder en el tiempo y disfrutar de nuevo de todas esas cosas que nos regala la vida. Uno de esos momentos, sería sin lugar a dudas mi viaje ya no tan reciente a Marruecos, han pasado seis meses y sólo pienso en volver.

Desde entonces, me habéis estado pidiendo una guía de viaje, mis lugares favoritos, recomendaciones… por fin, he reunido tiempo y me he puesto en marcha y tengo que decir que el organizar las fotos y los vídeos, me ha hecho revivir esta bonita experiencia.

Voy a empezar por hablaros de un sitio mágico en Marrakech, visita obligada si te gusta la moda y la naturaleza: Jardín Majorelle.

Este jardín botánico fue diseñado por Jacques Majorelle en 1924, cuando Marruecos estuvo administrado por Francia. El diseñador compró una finca de palmeras e hizo construir un chalet estilo art decó, inspirado en el Palacio de la Bahía y de lo más moderno. Su amor por la botánica, hizo que creara un espectacular jardín, con plantas exóticas procedentes de sus viajes por todo el mundo y adornado con fuentes, pérgolas y estanques. El color que lo hace único es el azul cobalto, del que viste paredes y vasijas.

En 1980, Yves Saint Laurent y su pareja Pierre Bergé, caen rendidos ante la belleza del lugar, compran y restauran la propiedad, a la que suman otras tantas especies vegetales. Este lugar fue testigo del amor de ambos y si no lo habéis hecho, os recomiendo leer «Cartas a Yves», una recopilación de cartas escritas por Pierre a su gran amigo, socio y compañero durante el último año de su vida.

A día de hoy, Jardín Majorelle es uno de los lugares más visitados de Marrakech, un espacio donde además de disfrutar del entorno, puedes visitar el Museo de Arte Islámico y desde el pasado octubre, El Museo Yves Saint Laurent, justo al lado de Jardín Majorelle, al que desgraciadamente no pude acceder porque no contaba con el factor cola de kilómetros y no tuve tiempo… ¡me queda pendiente!

En su interior, hay una pequeña tienda, en la que no creo que compréis nada (los precios son muy altos si los comparas con los precios de Marrakech pero no si los comparas con Europa), pero si hay algo que vale la pena en mi opinión, son alguno de sus perfumes, un bonito recuerdo que puedes llevarte del lugar.

¿Qué os puedo contar de Jardín Majorelle?

Que es de verdad una obra de arte, un lugar de cuento donde se palpa el amor y quien no pueda entender esto, no hace falta que lo visite.

¿Cómo llego hasta allí?

Desde la Plaza Jemaa El Fna (centro neurálgico de Marrakech), un taxi te costará unos 30DHS (2,46€). Yo estaba alojada en esa zona y decidimos ir andando, unos 30/40 minutos y fue lo mejor que pudimos hacer, porque esa zona de Marrakech es por decirlo de alguna forma, lo más parecido que vi a Europa, la zona de la Medina es como si se viviera en los 80, mucha más atrasada respecto a servicios y esa mezcla, es la que hace única a Marruecos.

¿Cuánto cuesta entrar?

70DHS (unos 6,40€) la entrada al Jardín Majorelle

+30DHS (unos 2,76€) si también quieres visitar el Museo Bervère

(los niños menores de 12 años no pagan entrada)

*Hay cola siempre (una media de 45 minutos), yo estuve más de una hora esperando, así que os recomiendo ir temprano o con paciencia. Podéis comprar las entradas online en algunas páginas que incluyen esta visita en packs, bastantes más caras, si queréis ahorrar tiempo, pero llegando de los primeros o por la tarde, suele haber menos gente. Lo dicho: si vas, tenlo en cuenta.

¿Cuánto dura la visita?

En una hora puedes estar listo, pero el sitio es muy concurrido, así que si quieres hacer fotos sin que aparezcan extraños en todas ellas, observar los detalles y lo más importante, parar, respirar y disfrutar del sonido relajante del agua, el viento y los pájaros que viven en el Jardín, tómate tu tiempo, disfrútalo, porque es un lugar mágico.

¿Se puede comer allí?

Hay una cafetería que es normal, además de ser bastante más cara si la comparamos con los precios habituales en Marrakech. Justo enfrente tienes el restaurante vegetariano KAOWA, con una carta interesante, zumos naturales y unos helados que están riquísimos que sí te recomiendo como algo especial.

Uno de los sitios que más me gustaron de Marrakech, por lo que representa, por ser único y que tenéis que añadir a vuestra #wishlist si visitáis Marruecos.

Muy pronto os cuento más sobre mi viaje a Marruecos y a Essaouira.

#auroravegatravels