Llevo dos semanas de semi-vacaciones, no he viajado por lo que en un principio, no estoy haciendo gran cosa, pero es que sí estoy haciendo gran cosa, tengo tiempo para la familia, para mis amigos, para esas cosas que con la vida tan rápida que llevamos no apreciamos y que es lo que de verdad importa.
Habéis escuchado alguna vez eso de ¿cuánta vida te está costando tu sueldo? pues la balanza no debe de estar del lado del sueldo nunca, el dinero es importante, sí, no nos vamos a engañar, pero si con lo que tienes no eres feliz, con lo que no tienes tampoco. Son las personas con las que compartimos las que hacen de nuestra vida algo verdaderamente extraordinario. En septiembre vuelvo al cole, cargo con proyectos nuevos y aplico novedades a los ya existentes, siempre, es mi particular comienzo de año y entre las cosas a tener en cuenta está el trabajar un poco menos y vivir un poco más. Las cosas que que crees que necesitas, no las compras con el dinero que ganas, las compras con el tiempo que empleas en ganar ese dinero y ¿sabéis qué? que a veces ese tiempo se lo robo a otras cosas que me hacen más feliz que lo que creo que necesito, lo que me hace feliz no cuesta dinero y es estar con mi gente.
Así que el post de hoy va de eso, de invitaros a que reflexionéis sobre esto y si os estaba pasando como a mí, pongáis freno, porque el tiempo es lo único que no se puede recuperar y yo he decidido dejar de no tener tiempo para la gente que quiero, por mucho que me guste mi trabajo. ¿Lo conseguiré? jajaja de momento lo estoy intentando.
El domingo mis amigos Alba y Boris organizaron una fiesta cubana, hace unos meses viajaron a Cuba y querían mostrarnos algunos de los platos que probaron por allí. Me encantan las fiestas temáticas, son súper divertidas y uno acaba riendo sí o sí. Dieron la bienvenida con un cocktail, pero como yo siempre llego tarde, ya me tocó empezar por el vino, cosas que tiene el ser impuntual, pero de verdad que yo lo intento, pero la piña colada de después de comer, esa sí que la probé. Para picar, plátano macho frito. Como platos principales, ropa vieja (una receta de ternera que está deliciosa, jugosa y con mucho sabor), arroz con fríjoles negros y pollo asado a la cubana.
Last Sunday, my friends Boris and Alba celebrated a fantastic Cuban party. Rich food, laughs and friends, is for me a perfect plan.
El chef, Boris.
Ana y Alba, el alma de la fiesta
No faltó decoración en la mesa ni en la terraza y nos sirvieron la comida al ritmo de música cubana. Los invitados llevamos detalles para personalizar todavía más la fiesta, Ana con un montón de sombreros y yo me marqué accesorios para el fotocol, con turbantes y morritos para nosotras y sombreros y puros para ellos.
Olga y yo, preparadas para el fotocol
Alba, la anfitriona perfecta ♥
Tras la fiesta nos pasamos por El Chiringuito BEACH HOUSE donde la promotora Garage Rex (enhorabuena César y Rafa, grandes amigos!) organiza una buena cada domingo tarde, si te gusta bailar no debes dejar de pasar por aquí, que quedan muy pocos domingos de verano para disfrutarlo y para finalizar, fuimos a Sa Possessió, donde ponía discos mi amigo Marvin Pierce. En resumen, muchas risas y cachondeo y un día para coleccionar. Días como estos te cargan las pilas durante mucho tiempo, gracias Alba y Boris por juntarnos, por esa comida tan rica y el cariño que le ponéis siempre a todo. El conoceros ha sido ya todo un regalo, pero la gente que estoy conociendo a través vuestro, no tiene precio.
Quien tiene un amigo, tiene un tesoro, no olvides cuidarlos como merecen y regarlos con el tiempo que necesitan.