En esta entrada os comparto mi experiencia detallada utilizando el dispositivo de limpieza facial por succión de la marca ANLAN, diseñado para eliminar eficazmente puntos negros, espinillas e impurezas desde casa, sin necesidad de acudir a un centro estético.
Mantener una piel limpia, libre de impurezas y con poros desobstruidos puede ser un desafío, especialmente si no se cuenta con las herramientas adecuadas en casa. Por eso hoy quiero compartir contigo un dispositivo de limpieza facial por succión que se ha convertido en un elemento clave de mi rutina: una solución eficaz y no invasiva para eliminar puntos negros, espinillas y residuos acumulados en los poros de forma cómoda y segura.
¿Qué es este dispositivo y cómo funciona?
Se trata de un aparato de hidrodermoabrasión que combina succión al vacío con microdifusión de agua para limpiar en profundidad los poros y remover las impurezas acumuladas en la piel. Este modelo concreto cuenta con un sistema de doble depósito: uno para el agua limpia (que puede usarse sola o mezclada con algún tónico líquido compatible) y otro para recoger el agua sucia con residuos tras el tratamiento. Esto permite observar fácilmente la efectividad del proceso.
Además, incluye tres cabezales intercambiables, diseñados para adaptarse a las distintas zonas del rostro. Algunos están más indicados para áreas pequeñas o curvas como la nariz o el mentón, mientras que otros son adecuados para zonas más amplias como las mejillas o la frente.
Paso a paso: rutina de limpieza con el dispositivo
1. Limpieza previa de la piel
Antes de iniciar el tratamiento, es fundamental retirar cualquier resto de maquillaje, protector solar o suciedad superficial. Se recomienda usar un limpiador suave, sin alcohol, que no altere el pH natural del rostro.
2. Apertura de poros mediante calor
Para facilitar la extracción de sebo y puntos negros, aplico una toalla humedecida en agua muy caliente sobre el rostro durante al menos 5 minutos. Este paso ayuda a dilatar los poros y ablandar las impurezas. Cuanto más abiertos estén los poros, más eficaz será el tratamiento.
3. Uso del dispositivo
Una vez cargado el dispositivo y rellenado el depósito con agua limpia, se comienza el tratamiento desplazando suavemente el cabezal por el rostro, sin detenerse en una misma zona para evitar irritaciones. Es importante seguir la dirección del flujo linfático (de adentro hacia afuera del rostro) y prestar atención especial a zonas propensas a obstrucciones como nariz, barbilla y frente.
4. Posible enrojecimiento
Es normal que, tras el tratamiento, la piel presente cierto enrojecimiento debido a la succión. En mi experiencia personal, el enrojecimiento desapareció completamente al día siguiente. No se trata de una reacción adversa, sino de una respuesta natural de la piel al estímulo mecánico.
5. Hidratación y calma
Después del procedimiento, aplico un sérum calmante con extracto de té verde, ideal para reducir la inflamación y aportar antioxidantes. Este paso ayuda a restaurar la barrera cutánea y prevenir posibles irritaciones.
6. Cierre de poros con frío
Finalizo el tratamiento aplicando frío directamente sobre la piel, ya sea con un rodillo de hielo, una piedra de jade refrigerada o incluso un cubito de hielo envuelto en un pañuelo limpio. Esto ayuda a cerrar los poros, tonificar la piel y sellar los principios activos del sérum.
Resultados y frecuencia recomendada
Con un uso regular (yo lo uso cada 7 o 14 días), la piel se muestra visiblemente más limpia, luminosa y suave al tacto. Es una excelente alternativa para quienes desean mantener su piel purificada sin recurrir constantemente a limpiezas faciales profesionales.