
Este verano, Palma se convierte en escenario de un encuentro único entre moda y arte. En pleno corazón de la ciudad, el espacio Espai Buit, en la Plaza de la Drassana, acoge hasta el 9 de agosto una tienda efímera firmada por Sybilla, una diseñadora que ha hecho de la experimentación su sello personal. Abierto de 12:00 a 21:00 horas, este pop-up invita a sumergirse en un universo creativo donde el color, la forma y la emoción se entrelazan.
La propuesta se despliega en dos colecciones que, aunque diferentes en concepto, comparten la búsqueda de una experiencia sensorial para quien las viste. Por un lado, Art Dresses, una línea de vestidos que concede todo el protagonismo a los estampados. En esta ocasión, Sybilla se alía con la artista Elvira Amor, cuyas pinturas se trasladan a tejidos de seda ligera para dar lugar a piezas únicas. Más que prendas, son lienzos en movimiento: cada puntada, cada caída del tejido parece seguir el ritmo de una pincelada. La colaboración está concebida como un juego, un diálogo entre dos lenguajes creativos que se encuentran para cuestionar los límites entre moda y arte. Vestirse con uno de estos diseños es como envolver el cuerpo en una obra pictórica que respira libertad, sensualidad y dulzura.
Por otro lado, la colección COLORTERAPIA aporta una energía vibrante a la propuesta. Diseñada para revitalizar y transmitir optimismo, se construye sobre una paleta intensa que combina azules profundos, rojos intensos, naranjas brillantes, fucsias atrevidos y verdes que recuerdan a la naturaleza más viva. Son prendas versátiles, pensadas para acompañar tanto una jornada urbana como una ocasión especial, y confeccionadas con tejidos de alta calidad. El trabajo artesanal se percibe en cada costura, en cada acabado, en la caída impecable de los materiales.
El escenario que acoge esta experiencia no podría ser más acertado. Espai Buit es un espacio luminoso, abierto y de líneas limpias, que realza el carácter escultórico de las prendas. Aquí, los diseños más icónicos de Sybilla conviven con estas nuevas creaciones, invitando al visitante a pasear entre piezas como quien recorre una exposición de arte.
Visitar esta pop-up no es sólo ir de compras: es dedicar un rato a explorar texturas, dejarse sorprender por combinaciones cromáticas inesperadas y descubrir cómo la moda puede convertirse en vehículo de emociones. Ya sea para encontrar una pieza especial o para inspirarse, la experiencia promete dejar huella.